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Todos los viernes, se celebra en la parroquia el Culto a la Divina Misericordia, con el siguiente programa:

- Misa

- Exposición del Santísimo

- Vísperas

- Coronilla a la Divina Misericordia

- Reserva del Santísimo a las 8,30

s

Diario de Santa Faustina s

El domingo de la hija del Herrero

El II Domingo de Pascua

El rezo de la coronilla

Letanías

Jaculatorias

La hora de la misericordia

La devoción a la Divina Misericordia

La Novena

Las claves

Las obras de misericordia

Nuevas formas de culto

Enlaces

Artículo Misericordia, revista Abril

Dives in misericordia

Homilía de S.S. Juan Pablo II. 17-VIII-02

Homilía de S.S. Juan Pablo II. Canonización de Sta. Faustina

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL DIARIO DE SANTA MARÍA FAUSTINA
Es la obra fundamental de la devoción a la Divina Misericordia. Toda la espiritualidad actual de la Divina Misericordia, las oraciones y las formas de culto que la Iglesia ha aaprobado proceden del Diario.
El Diario es la recopilación de seis cuadernos donde Santa Faustina recogió las revelaciones particulares que Nuestro Señor le fue dando a conocer. El Diario no se debe a una iniciativa personal de la religiosa, entonces sor Faustina, sino del mismo Señor. Según podemos leer en el propio Diario, el día del Sagrado Corazón de Jesús de 1937, Nuestro Señor le ordenó lo siguiente: “Hija mía, sé diligente en apuntar cada frase que te digo sobre Mi misericordia porque están destinadas a un gran número de almas que sacarán provecho de ellas”. (Diario, 1142).
El Diario es una obra profunda escrita en un lenguaje muy sencillo, cuya lectura y meditación está haciendo mucho bien a toda persona que lo acoge con sencillez.

 

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El domingo de la hija del Herrero
Eulogio López
www.hispanidad.com
   El domingo 23 se celebra en todo el mundo, desde que así lo decretara Juan Pablo II, el Domingo de la Divina Misericordia. De esta forma, se oficializa en la Iglesia católica el culto iniciado por la religiosa polaca Faustina Kowalska (1905-1938), una mujer de aldea, sin apenas estudios, que sólo vivió 33 años… y que se ha convertido en la gran mística del siglo XX. Apenas salió de Polonia (entonces buena parte de Lituania era Polonia) y pasó la mayor parte de su existencia en Cracovia. Personalmente, me he leído la obra básica de Faustina Kowalska (El Diario), una maravilla de profundidad filosófica y teológica que recuerda a santa Teresa.
Probablemente estemos hablando de la devoción y la práctica religiosa más extendida en el mundo actual y de forma más discreta. Hablo, y espero no resumirla rematadamente mal, de una forma de fe que considera la confianza en Cristo como base de la vida interior. Estamos, pues, ante una cuestión de confianza en un dios-hombre, en un personaje histórico llamado Jesús de Nazaret. Porque, a la postre, todo se reduce a ello. Pero ya se sabe que la colección de pedantes instruidos en que nos hemos convertido todos aquellos que tenemos colgados un título universitario en algún clavo del salón, sencillez es sinónimo de estupidez, como sabiduría lo es de retorcimiento.
Ejemplo: servidor apenas había oído hablar de sor Faustina Kowalska (es decir, hija del Herrero), entre otras cosas porque uno es poco clerical, y una monja polaca, sin apenas estudios, ni tan siquiera escolares, que pasó su corta vida entre conventos y hospitales, y que nos contó sus diálogos con Dios por orden de su confesor, nacida en 1905 y muerta en 1938, sin especiales preocupaciones estilísticas no ejerce un atractivo especial. Es más, es una candidata a la sospecha. ¿A un personaje menor le va a hablar Dios, directamente, sin tapujos, revelándole los secretos del ser humano?
La misma desconfianza sintió –era su deber- la Iglesia Oficial. Hasta que en 1978–cuarenta años después de su muerte- sor Faustina es rehabilitada, porque hasta las almas más pías tienden a creer que el poder de Dios quedó muy reducido con la invención de la máquina de vapor, con esa nebulosa indefinible que llamamos modernidad. En el año 2000, fue canonizada por su paisano, Juan Pablo II. Mientras tanto, millones de personas en todo el mundo comprenden el mensaje sin necesidad de análisis teológicos: es la hora de acogerse a la Misericordia Divina porque como nos atengamos a la asimismo perfecta justicia divina… ¡estamos listos!
Y es que la Iglesia siempre se adelanta al mundo, como Benedicto XVI se ha adelantado a las disquisiciones doctrinales de los teólogos e intelectuales pedantes.
Ya se sabía que la cosa iba a mal y que a lo mejor con la justicia no divina nos bastaba, por lo que el hombre de la modernidad debe acogerse a la bondad de Dios Padre, no a la Justicia de Dios Creador, para poder colarse en el Cielo de rondón.
Naturalmente, en el siglo XX, la centuria intelectualmente más chata de los últimos 500 años -por tanto, la más artificiosa-, Cristo, el gran bromista, eligió a una religiosa polaca que fue a la escuela durante 3 años y murió a los 33 años de edad- No necesitaba más tiempo para poner en marcha su plan de acogida la Divina Misericordia.
Sor Faustina, como todos los grandes profetas, patriarcas, fundadores y reformadores, no ha inventado nada, porque ser original no consiste en proponer algo nuevo sino volver a los orígenes: la Divina Misericordia no es otra cosa que la viejísima, eterna, infancia espiritual, la que marca la diferencia entre dos tipos de personas que existen en el mundo : los esperanzados y los desesperados.
Naturalmente, esta sencillez profunda con la que están marcados los hombres y mujeres de Dios resulta ilógica. Dios nos parece raro, más que nada porque juega con los hombres. Por ejemplo, no le gusta la metodología mediática. No plantea campañas de propaganda, pero no se sabe cómo, su marketing llena el mundo. Cualquier consultor de comunicación repudiaría el modo como se extendió el Evangelio, una especie de boca a oído universal, propagado por indocumentados, sin argumentos de autoridad, sin sofisticar ni el lenguaje ni la forma de vender el mensaje, sin utilizar los medios de comunicación, y mucho menos los medios masivos, sin spots publicitarios y sin los adecuados canales de distribución. Un insulto a la ciencia informativa, oiga usted.
Todo por el secreto de acogerse a un Dios que es padre –algo que los islámicos u otras religiones orientales nunca entenderán- y que vive pendiente -¡qué locura!- de la palabra del hombre. Como decía santa Faustina Kowalska: la virtud más costosa de todas no es la fe, ni la esperanza ni el amor: es la confianza en Dios y en su solicitud paternal por el hombre, porque esa confianza engloba a las otras tres virtudes… y algo más. Porque la Divina Misericordia puede dar respuesta a una existencia, y eso es el nudo gordiano, especialmente en este momento histórico para cada persona: dar sentido a su existencia.

 

 

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El II DOMINGO DE PASCUA
De entre las nuevas formas de culto, la Fiesta de la Misericordia Divina es la que tiene mayor importancia.
En el año 2000, por un decreto de la Congregación para el Culto Divino, quedó instituida para toda la Iglesia Universal esta Fiesta en el II Domingo de Pascua, al cual se le añade la denominación «o de la Misericordia Divina». Un nuevo decreto de la Santa Sede, dado en 2002, establece que el Papa concede Indulgencia Plenaria a todos los fieles que, con las condiciones habituales (Confesión sacramental, Comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) en ese día participen en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia Divina en cualquier iglesia.


“Doy gracias a la Divina Providencia porque me ha concedido contribuir personalmente al cumplimiento de la Voluntad de Cristo, mediante la institución de la Fiesta de la Misericordia Divina” (J. Pablo II. Santuario de la Misericordia Divina. Cracovia, 7-6- 97).

Se cumplía así el deseo del Señor manifestado a Sta. Faustina, a quien le había dicho:
“Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia (...). El primer domingo después de la Pascua de Resurrección debe ser la Fiesta de la Misericordia” (Diario, 49).

 

 

 

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LA CORONILLA O ROSARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA

Es una práctica enseñada por el Señor a Sta. Faustina que consiste en tomar un rosario y rezar lo siguiente:
- INICIO: “En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”. A continuación Padrenuestro, Avemaría y Credo.
- Cada misterio comenza con esta oración: Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo / como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.
- En cada cuenta del misterio se dice: Por su dolorosa Pasión, y se responde: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al acabar el último misterio se reza tres veces esta invocación: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Se recomienda terminar con el rezo de la Salve.
           
            El Señor le había dicho a Sta. Faustina:

    • “Por medio de este Rosario obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con mi voluntad” (Diario, 1731).
    • “Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como última tabla de salvación. Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita” (Diario, 687).
    • “A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz (...) Cuando se rece esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante, no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso”. (Diario, 1541).

     

 

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LETANÍA A LA MISERICORDIA DIVINA
«El amor de Dios es la flor, la Misericordia es el fruto»
«Que el alma que dude lea estas alabanzas a la Misericordia Divina, y aumente así su confianza».
Respuesta.- Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre. Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios.
Misericordia Divina, misterio incomprensible.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad.
Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico.
Misericordia Divina, de donde brota toda Vida y Felicidad.
Misericordia Divina, más sublime que los cielos.
Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas.
Misericordia Divina, que abarcas todo el universo.
Misericordia Divina, que bajaste al mundo en la Persona del Verbo Encarnado.
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el corazón de Jesús.
Misericordia Divina, encerrada en el corazón de Jesús por nosotros, especialmente por los más pecadores.
Misericordia Divina, insondable en la Institución de la Sagrada Eucaristía.
Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia.
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo.
Misericordia Divina, que nos justificas por los méritos de Jesucristo.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de toda la vida.
Misericordia Divina, que nos abrazas especialmente en la hora de la muerte.
Misericordia Divina, que nos otorgas la vida inmortal.
Misericordia Divina, que nos acompañas en cada momento de nuestra vida.
Misericordia Divina, que nos proteges del fuego del infierno.
Misericordia Divina, por quien se convierten los pecadores empedernidos.
Misericordia Divina, asombro para los ángeles e incomprensible para los santos.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria.
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y gozo.
Misericordia Divina, que de la nada nos diste la existencia.
Misericordia Divina, que abarcas todas las obras de tus manos.
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios.
Misericordia Divina, en la que todos estamos inmersos.
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados.
Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas.
Misericordia Divina, remanso de corazones y paz ante el temor.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas.
Misericordia Divina, que infundes confianza cuando perdemos la esperanza.
Oh eterno Dios, en quien la misericordia es infinita y el manantial de compasión es inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y aumenta en nosotros tu Misericordia, para que en los momentos difíciles no nos desesperemos, sino que con absoluta confianza, nos sometamos a tu Santa Voluntad que es todo Amor y Misericordia.
Oh, incomprensible e impenetrable Misericordia de Dios, ¿quién puede glorificarte y adorarte dignamente?
Oh, supremo atributo de Dios todopoderoso, tú eres la dulce esperanza del pecador. Amén.

 

 

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JACULATORIAS

Oh sangre y agua, que brostaste del Corazón de Jesús como una funte de misericordia para nosotros, en Ti confío. (Diario, 187).

Jesús, en Ti confío. (Diario, 327).

 

 

 

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LA DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA

La devoción a la Misericordia Divina no es una devoción nueva. Desde el inicio de la Sagrada Escritura, toda la Palabra de Dios está como atravesada por una corriente de misericordia de Dios para con el hombre. Las primeras palabras con las que Dios habla de sí mismo son estas:

Yahvé, Yahvé, Dios misericordioso y clemente, lento a la cólera y rico en amor y fidelidad (Ex 34, 6).

En los evangelios, especialmente en el de San Lucas, las enseñanzas del Señor sobre el amor misericordioso de Dios son continuas.

Durante toda su historia, la Iglesia no ha dejado de proclamar la misericordia de Dios para con todos los hombres.

La devoción a la Misericordia en la actualidad Divina está conociendo un auge importante en toda la Iglesia. ¿Por qué insistir en algo que no es nuevo?

Ha sido el propio Señor Jesús, el que ha querido que esta devoción de siempre se renueve y se extienda en nuestra época con nuevas formas de culto. Para difundir por el mundo su mensaje de misericordia, eligió a Sor Faustina Kowalska, una religiosa polaca a la que reveló sus deseos para esta época. Con el Papa Juan Pablo II la Iglesia ha aprobado estas nuevas formas de culto y ha exhortado a todos los fieles a ponerlas en práctica. Él beatificó a Sor Faustina en 1994 y la canonizó en el año 2000.

 

 

 

 

 

LA HORA DE LA DIVINA MISERICORDIA
“A las 3, ruega por mi Misericordia, en especial para los pecadores y aunque solo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión. En esta hora no negaré nada al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión” (Diario, 1320).

 

 

NOVENA DE LA MISERICORDIA DIVINA
La novena de la Divina Misericordiase puede rezar en cualquier época del año, si bien hay 9 días especialmente indicados para ello: los que van del Viernes Santo al Domingo de la Misericordia. Se reza usando el formulario aprobado oficialmente.
"Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, el refugio y toda aquella gracia que necesiten en las penalidades de la vida, y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi corazón un grupo de almas diferentes y las sumergirás en el océano de Mi misericordia y Yo conduciré todas esas almas a la mansión de Mi Padre... Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para esas almas en atención a los méritos de mi amarga Pasión."

DÍA PRIMERO. Por todo el género humano, especialmente por los pecadores

"Hoy tráeme a toda la Humanidad, especialmente a todos los pecadores y sumérgelos en la inmensidad de mi Misericordia. De esta forma me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas".
Misericordiosísimo Jesús, cuya prerrogativa es tener compasión de nosotros y perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu Piadosísimo Corazón y no permitas que salgamos jamás de él. Te lo pedimos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, vuelve Tu compasiva mirada hacia todo el género humano y en especial hacia los pecadores, todos unidos en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Por los méritos de Su Pasión, muéstranos Tu misericordia, para que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia, por los siglos de los siglos. Amén.
PARA TODOS LOS DÍAS, DESPUÉS DE LA ORACIÓN, ROSARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA (RDM)

DÍA SEGUNDO Por las almas de los sacerdotes y religiosos

"Hoy tráeme a las almas de los sacerdotes y religiosos y sumérgelas en mi Insondable Misericordia. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar las amarguras de mi Pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi Misericordia fluye hacia la Humanidad".
Misericordiosísimo Jesús, de quien procede toda bondad, multiplica Tus gracias sobre las religiosas consagradas a Tu servicio, para que puedan hacer obras dignas de misericordia; y que todos aquellos que la vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo.
Padre Eterno, vuelve Tu mirada misericordiosa hacia el grupo elegido de Tu viña (hacia las almas de sacerdotes y religiosos); dótalos con la fortaleza de Tus bendiciones. Por el amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están unidos, impárteles Tu poder y Tu luz, para que guíen a otros en el camino de la salvación y con una sola voz canten alabanzas a tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. (RDM)

DÍA TERCERO Por todas las almas devotas y fieles

"Hoy tráeme a todas las almas devotas y fieles y sumérgelas en el gran océano de mi Misericordia. Ellas me confortaron a lo largo del Vía Crucis y fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura".
Misericordiosísimo Jesús, del tesoro de Tu misericordia distribuye Tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros. Acógenos en el seno de Tu Compasivísimo Corazón y no permitas que salgamos nunca. Te imploramos esta gracia en virtud del más excelso de los amores; aquel con el que Tu corazón arde tan fervorosamente por el Padre Celestial.
Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas fieles, pues que guardan el legado de Tu Hijo. Por los méritos y dolores de Su Pasión, concédeles Tu bendición y tenlos siempre bajo Tu tutela. Que nunca claudiquen su amor o pierdan el tesoro de nuestra santa fe, sino que, con todos los Ángeles y Santos, glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. (RDM)

DÍA CUARTO Por los que no creen y todavía no conocen la Divina Misericordia.

"Hoy tráeme a los que no creen en Mí y a los que todavía no me conocen. Pensaba en ellos durante las angustias de mi Pasión, y su futuro fervor sirvió de consuelo a mi Corazón. Sumérgelos en la inmensidad de mi Misericordia".
Piadosísimo Jesús, Tú que eres Luz del género humano, recibe en la morada de Tu corazón lleno de compasión, las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también, unidos a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia, y no los dejes salir de la morada de Tu corazón desbordante de piedad.
Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada a las almas de aquellos que no creen en Tu Hijo, y a las de aquellos que todavía no te conocen, pero anidan en el Compasivo Corazón de Jesús. Aproxímalos a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellos ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. (RDM)
ROSARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA

DÍA QUINTO Por las almas de nuestros hermanos separados

"Hoy tráeme a las almas de nuestros hermanos separados y sumérgelas en la Inmensidad de mi Misericordia. Ellas durante las angustias de mi Pasión desgarraron mi Cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. A medida que se reincorporan a ella, mis heridas cicatrizan, y de esta forma sirven de bálsamo a mi Pasión".
Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad misma, no niegues la luz a aquellos que Te buscan. Recibe en el seno de Tu Corazón desbordante de piedad las almas de nuestros hermanos separados. Encamínalos, con la ayuda de Tu luz, a la unidad de la Iglesia, y no los dejes marchar del cobijo de Tu Compasivo Corazón, todo amor; haz que también ellos lleguen a glorificar la generosidad de tu misericordia.
Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas de nuestros hermanos separados, especialmente hacia las almas de aquellos que han malgastado Tus bendiciones y abusado de Tus gracias, manteniéndose obstinadamente en el error. También a ellos da cobijo el Corazón misericordioso de Jesús; no mires sus errores, sino el amor de Tu Hijo y los dolores de la Pasión que sufrió y que aceptó por su bien. Haz que glorifiquen Tu gran Misericordia por los siglos de los siglos. Amén. (RDM)

DÍA SEXTO Por las almas mansas y humildes y las de los niños pequeños

"Hoy tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi Misericordia. Estas almas son las más parecidas a mi Corazón. Ellas me proporcionaron fortaleza durante mi amarga Agonía, ya que las veía como ángeles terrenales, velando junto a mis Altares. Derramo sobre ellas un torrente de gracias porque sólo el alma humilde es capaz de recibir mi Gracia. Es a las almas humildes a las que concedo mi Confianza".
Misericordiosísimo Jesús que dijiste: "aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón", acoge en Tu Corazón desbordante de piedad a todas las almas mansas y humildes, y las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy particularmente. Son como un ramillete de florecillas que despidieran su perfume ante el trono de Dios. El mismo Dios se embriaga con su fragancia. Ellas encuentran abrigo en Tu Piadosísimo Corazón, oh Jesús y entonan incesantemente himnos de amor y de gloria.
Padre Eterno, vuelve Tu mirada llena de misericordia hacía estas almas mansas, hacia estas almas humildes y hacia los niños pequeños acurrucados en el seno del corazón desbordante de piedad de Jesús. Estas almas se asemejan más a Tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra hasta alcanzar Tu Trono, Señor. Padre de misericordia y bondad suma, Te suplico, por el amor que Te inspiran estas almas y el gozo que Te proporcionan: bendice a todo el género humano, para que todas las almas a la par entonen las alabanzas que a Tu misericordia se deben por los siglos de los siglos. Amén. (RDM)

DÍA SÉPTIMO Por las almas que veneran especialmente la Misericordia Divina

"Hoy tráeme a las almas que especialmente veneran y glorifican m¡ Misericordia y sumérgelas en mi Misericordia. Estas almas compartieron los sufrimientos de mi Pasión y penetraron en mi Espíritu más profundamente que ninguna otra. Son vivo reflejo de mi compasivo Corazón y brillarán con esplendor especial en la vida futura. Ninguna de ellos sufrirá el tormento del fuego del infierno, porque las defenderé con particular empeño a la hora de la muerte".
Misericordiosísimo Jesús, cuyo Corazón es el Amor mismo, recibe en Tu Corazón piadosísimo las almas de aquellos que de una manera especial alaban y honran la grandeza de Tu misericordia. Son poderosas con el poder de Dios mismo. En medio de las dificultades y aflicciones siguen adelante, confiadas en Tu misericordia; y unidas a Ti, oh Jesús, portan sobre sus hombros a todo el género humano; por ello no serán juzgadas con severidad, sino que Tu misericordia las acogerá cuando llegue el momento de partir de esta vida.
Padre Eterno, vuelve Tu mirada sobre las almas que alaban y honran Tu Atributo Supremo, Tu misericordia infinita, guarecidas en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Estas almas viven el Evangelio con sus manos rebosantes de obras de misericordia, y su corazón, desbordante de alegría, entona cánticos de alabanza a Ti, Altísimo Señor, exaltando Tu misericordia. Te lo suplico Señor: muéstrales Tu misericordia, de acuerdo con la esperanza y confianza en Ti depositada. Que se cumpla en ellos la promesa hecha por Jesús, al expresarles que durante su vida, pero sobre todo a la hora de la muerte, aquellas almas que veneraron Su infinita misericordia, serían asistidas por El, pues ellas son su gloria. Amén. (RDM)

DÍA OCTAVO Por las almas que estén en el purgatorio

"Hoy tráeme a las almas que están detenidas en el Purgatorio y sumérgelas en las profundidades de mi Misericordia. Que mi Sangre, cayendo a chorros, apacigüe las llamas en que se abrasan. Todas estas almas me son muy queridas. Ellas cumplen el castigo que es debe a mi Justicia. En tu poder está socorrerlos. Saca todas las Indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas por ellas. ¡Ohl, si supieras qué tormentos padecen, ofrecerías continuamente por ellas el óbolo de tus oraciones y así saldarías las deudas que ellas tienen con mi Justicia".
Misericordiosísimo Jesús, que exclamaste ¡misericordia!, introduzco ahora en el seno de Tu Corazón desbordante de misericordia las almas del purgatorio, almas que tanto aprecias pero que, no obstante, han de pagar su culpa. Que el manantial de Sangre y Agua que brotó de Tu Corazón apague las llamas purificadoras para que, también allí, el poder de Tu misericordia, sea glorificado.
Padre eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que padecen en el purgatorio y que Jesús acoge en Su Corazón, desbordante de piedad. Te suplico, por la dolorosa Pasión que sufrió Tu Hijo, y por toda la amargura que anegó Su sacratísima alma: muéstrate misericordioso con las almas que se hallan bajo Tu justiciera mirada. No los mires de otro modo, sino sólo a través de las heridas de Jesús, Tu Hijo bien amado; porque creemos firmemente que Tu bondad y compasión son infinitas. Amén. (RDM)

DÍA NOVENO Por las almas tibias

"Hoy tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi Misericordia. Estas almas, son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. Por su tibieza e indiferencia mi Alma sintió una inmensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. Ellas fueron las que me hicieron gritar: "Padre, si es posible, aparta de Mí este cáliz". Para ellas, la última esperanza de salvación será el recurrir a mi Misericordia".
Piadosísimo Jesús, que eres la Piedad misma. Traigo hoy al seno de Tu Compasivo Corazón a las almas enfermas de tibieza. Que el puro amor que Te inflama encienda en ellas, de nuevo, la llama de tu amor, y no vuelva el peso muerto de su indiferencia a abrumante con su carga. ¡Oh, Jesús!, todo compasión, ejerce la omnipotencia de Tu Misericordia, y atráelas a Ti, que eres llama de amor viva y haz que ardan con santo fervor, porque Tú todo lo puedes.
Padre Eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que, a pesar de todo, Jesús cobija en el seno de su Corazón lleno de piedad. Padre de Misericordia, te ruego, por los sufrimientos que Tu Hijo padeció, y por sus tres largas horas de agonía en la Cruz, que ellas también glorifiquen en el mar sin fondo de Tu misericordia, Amén. (RDM)

 

 

LAS CLAVES
La devoción a la Divina Misericordia no es una espiritualidad nueva ni distinta a la espiritualidad cristiana básica. Procede del Evangelio y de la Tradición de la Iglesia. Lo que hay de novedad son algunas prácticas concretas para cultivar esa espiritualidad de siempre. Por eso hay que decir, e insistir en ello, que las claves de esta espiritualidad no son otras que las predicadas por la Iglesia desde su fundación por Nuestro Señor:

    • La práctica de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía.
    • La confianza sin límites por parte del pecador, sea cual sea su situación, en la Misericordia Infinita de Dios, su mayor atributo.
    • La práctica de las obras de Misericordia con el prójimo.

     

 

 

LAS OBRAS DE MISERICORDIA

La devoción a la Misericordia Divina es profunda, muy hermosa, y le es muy grata al Señor, pero solo si va unida a obras de misericordia, porque “la fe sin obras está muerta”. Así lo dice la S. Escritura (St 2, 26) y así se lo indicó el Señor a Sta. Faustina: “Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte ni justificarte”. (Diario, 742).

Del Compendio del Catecismo de la Iglesia:

 

Obras de Misericordia Corporales

1. Visitar y cuidar a los enfermos.
2. Dar de comer al hambriento
3. Dar de beber al sediento.
4. Dar posada al peregrino.
5. Vestir al desnudo.
6. Redimir al cautivo.
7. Enterrar a los muertos.

Obras de Misericordia Espirituales

1. Enseñar al que no sabe.
2. Dar buen consejo al que lo necesita.
3. Corregir al que yerra.
4. Perdonar las injurias.
5. Consolar al triste.
6. Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7. Rogar a Dios por vivos y difuntos.

 

 

 

 

El II DOMINGO DE PASCUA
De entre esas nuevas formas de culto, la Fiesta de la Misericordia Divina es la que tiene mayor importancia.
En el año 2000, por un decreto de la Congregación para el Culto Divino, quedó instituida para toda la Iglesia Universal esta Fiesta en el II Domingo de Pascua, al cual se le añade la denominación «o de la Misericordia Divina». Un nuevo decreto de la Santa Sede, dado en 2002, establece que el Papa concede Indulgencia Plenaria a todos los fieles que, con las condiciones habituales (Confesión sacramental, Comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) en ese día participen en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia Divina en cualquier iglesia.


“Doy gracias a la Divina Providencia porque me ha concedido contribuir personalmente al cumplimiento de la Voluntad de Cristo, mediante la institución de la Fiesta de la Misericordia Divina” (J. Pablo II. Santuario de la Misericordia Divina. Cracovia, 7-6- 97).

Se cumplía así el deseo del Señor manifestado a Sta. Faustina, a quien le había dicho:
“Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia (...). El primer domingo después de la Pascua de Resurrección debe ser la Fiesta de la Misericordia” (Diario, 49).

OTRAS FORMAS DE CULTO

1. LA CORONILLA O ROSARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA
Es una práctica enseñada por el Señor a Sta. Faustina que consiste en tomar un rosario y rezar lo siguiente:
- INICIO: “En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”. A continuación Padrenuestro, Avemaría y Credo.
- Cada misterio comenza con esta oración: Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo / como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.
- En cada cuenta del misterio se dice: Por su dolorosa Pasión, y se responde: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Al acabar el último misterio se reza tres veces esta invocación: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Se recomienda terminar con el rezo de la Salve.
           
            El Señor le había dicho a Sta. Faustina:

  • “Por medio de este Rosario obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con mi voluntad” (Diario, 49).
  • “Quien lo rece alcanzará gran misericordia a la hora de su muerte” (Diario, ).
  • “Cuando se rece este Rosario al lado de un moribundo, me pondré entre el Padre y el alma agonizante, no como Justo Juez, sino como Redentor Misericordioso”. (Diario, 49).

2. LA HORA DE LA MISERICORDIA DIVINA.

  • “A las 3, ruega por mi Misericordia, en especial para los pecadores y aunque solo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión. En esta hora no negaré nada al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión” (Diario, 1320).

3. LA NOVENA DE LA MISERICORDIA DIVINA. Se puede rezar en cualquier época del año, si bien hay 9 días especialmente indicados para ello: los que van del Viernes Santo al Domingo de la Misericordia. Se reza usando el formulario aprobado oficialmente.
4. EL CUADRO DE LA MISERICORDIA DIVINA.
            Es la imagen presente en todos los actos de culto a la Misericordia Divina. Está pintado siguiendo las indicaciones de Sta. Faustina.

 

 

ENLACES
http://www.divinamisericordia.com/
http://www.corazones.org/jesus/divina_misericordia%20.htm
http://www.divinamisericordia.org/
http://www.aciprensa.com/fiestas/misericordia/
http://www.santafaustina.org/
http://www.ewtn.com/spanish/prayers/Misericordia/Coronilla.htm